Doctores, la verdad ¿Sí o no?
¿Es posible que los doctores oculten la verdad a sus pacientes? Si es así, ¿Con qué finalidad lo hacen? La respuesta a estas preguntas podría ser simple, pero la realidad es bien distinta. Esconder la verdad puede tener muchas caras, especialmente en el sector de la salud y bienestar; puede llegar a tener diversos propósitos y consecuencias.
La relación Médico – Paciente
Todo lo que engloba lo que es la realidad y la mentira, satura la comunicación de las personas. Ocurre con asiduidad entre familias, en clubes de ocio, en el trabajo y, particularmente, en la relación médico – paciente.¿Por qué sucede esto? ¿Tratan los doctores de mitigar los temores y ansiedades de sus pacientes?
El momento en que un cliente/paciente llega al doctor, se encontrará probablemente en un estado de vulnerabilidad, enfermo o con incertidumbre acerca de su problema. Es por ello que la relación paciente-doctor es tan importante; pudiendo ocasionar un gran impacto en la vida de los pacientes, incluso a experimentar un severo daño; resultando en la pérdida total de confianza en momentos que se requieren respuestas exactas y precisas por parte de los doctores.
Para todas las clínicas y, en especial los doctores, la reputación es el elemento principal de branding que marca la diferencia en su identidad de su clínica. Cierto es, que el paciente o cliente final tiene infinidad de clínicas entre las cuales elegir para llevar a cabo su tratamiento; decisión que depende de factores como: el coste, la distancia, la atención al paciente y, en especial, la reputación con la que cuenta dicha clínica o doctor. Por lo tanto, ¿Es la honestidad de los doctores algo que preocupa a los pacientes a día de hoy?
Podríamos considerar que es una exageración si dijéramos que la honestidad no se aprende en la escuela de medicina o incluso que tampoco se valora en la cultura médica, pero en realidad así son las cosas (Drane, 2020)
Sin embargo, ¿Qué ocurre con otras profesiones? Hablemos de abogados, corredores de bolsa, policías o políticos; todos considerados por el mundo como profesionales y están comprometidos a hacer lo que sea lo “mejor” para los otros y de manera muy usual, no saben la verdad con certeza.
Todos los así llamados profesionales se encuentran públicamente comprometidos a hacer lo que sea mejor para los otros y así y todo, con frecuencia, estos no conocen la verdad. ¿Es posible que exista una coincidencia entre todas estas profesiones con el sector de la salud en lo que a honestidad se refiere? En este caso, estaríamos ante un grave problema en el ámbito de la medicina y la salud; sin embargo, no puede haber comparación entre los resultados obtenidos de una mentira relacionada con la salud o con la relación doctor-paciente, con una en situación o contexto diferente.
Además, otros profesionales como los investigadores, enfermeros, asistentes, etc., se juegan mucho con este tema; la verdad tendrá repercusión no sólo en el paciente sino en la vida de todos los profesionales que se dedican al sector salud también y, en algunos casos, el resultado de la mentira puede ser menor. Es decir, el grado de falta de certeza y veracidad puede llegar a ser perdonable en casos en los que el fin es evitar un daño severo al paciente.
Por lo tanto, si hubiera argumentos para ocultar información, ¿cuáles serían? ¿Habría casos especiales? ¿Qué argumentos defienden las respuestas de estas preguntas? Este es el punto de vista que tratamos de hacer ver con el artículo.
Y tú, ¿percibes temores o ansiedades entre tus pacientes? ¿Cómo actúas para que no suceda?
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Soy Pilar Luis, tu asesora digital. Y como siempre digo: Un paciente digital es un paciente seguro.